ESTUDIANTES, POBLADORES Y TRABAJADORES, UNIDOS VENCEREMOS.
Por Felipe Enero.
No hay pueblo más digno que aquel que reconoce sus derechos y los exige ante los poderes fácticos que operan en el seno de la patria. En nuestro país esta máxima se hace tangible al observar como los estudiantes secundarios y universitarios han salido una vez más a las calles a exigir una nueva institucionalidad educativa, que se elabore por todos los actores de la educación, y que tenga como principios fundamentales la gratuidad de la enseñanza en todos sus niveles, la participación, la solidaridad y la calidad.
A su vez los pobladores han dado muestras claras de organización y reivindicación de sus derechos humanos fundamentales, agrupados bajo las banderas de diversos comités de allegados y asociaciones de deudores hipotecarios, han puesto en el tapete nacional la precaria he incluso déspota política habitacional del gobierno, el cual, se ha desmarcado cada vez más de las necesidades sociales, dejando a estas en manos de la infame oligarquía “Chilena” dueña de los bancos, terrenos y constructoras.
También el país se ha remecido, sobre todo en este 4to gobierno concertacionista, con las luchas de trabajadores de diversos sectores de la economía nacional. Trabajadores de la salud, salmoneros, forestales, pesqueros, mineros entre otros han realizado gestas dignas de prócer independentista en pos de una vida mas digna, en pos de salarios y condiciones laborales justas. Todas estas luchas han dado paso a pequeñas pero importantísimas victorias, como es el caso de los trabajadores forestales y mineros que lograron su internalización en las correspondientes empresas, además de considerables mejores salariales, también es el caso de los pobladores, que han logrado, en ciertos casos, la condonación de parte de sus deudas hipotecarias, así como soluciones habitacionales, y en el caso de los estudiantes secundarios, la gran victoria fue instalar a la juventud en la palestra de la discusión, murió el mito aquel que señalaba que los jóvenes del siglo XXI no tenían voz ni voto, y nació aquella esperanza de un futuro mejor, mas prospero, porque la juventud esta más viva que nunca.
No olvidemos, que estas victorias no son logros del gobierno, estas victorias son gracias a la unidad, organización y movilización de la gente, este es un logro de ese anhelo de mayor dignidad, justicia y participación que yace en cada uno de nosotros, es nuestro deber hacer aflorar día a día aquel anhelo, porque hoy, más que nunca, otro país, otra Latinoamérica y otro mundo es posible.
Por Felipe Enero.
No hay pueblo más digno que aquel que reconoce sus derechos y los exige ante los poderes fácticos que operan en el seno de la patria. En nuestro país esta máxima se hace tangible al observar como los estudiantes secundarios y universitarios han salido una vez más a las calles a exigir una nueva institucionalidad educativa, que se elabore por todos los actores de la educación, y que tenga como principios fundamentales la gratuidad de la enseñanza en todos sus niveles, la participación, la solidaridad y la calidad.
A su vez los pobladores han dado muestras claras de organización y reivindicación de sus derechos humanos fundamentales, agrupados bajo las banderas de diversos comités de allegados y asociaciones de deudores hipotecarios, han puesto en el tapete nacional la precaria he incluso déspota política habitacional del gobierno, el cual, se ha desmarcado cada vez más de las necesidades sociales, dejando a estas en manos de la infame oligarquía “Chilena” dueña de los bancos, terrenos y constructoras.
También el país se ha remecido, sobre todo en este 4to gobierno concertacionista, con las luchas de trabajadores de diversos sectores de la economía nacional. Trabajadores de la salud, salmoneros, forestales, pesqueros, mineros entre otros han realizado gestas dignas de prócer independentista en pos de una vida mas digna, en pos de salarios y condiciones laborales justas. Todas estas luchas han dado paso a pequeñas pero importantísimas victorias, como es el caso de los trabajadores forestales y mineros que lograron su internalización en las correspondientes empresas, además de considerables mejores salariales, también es el caso de los pobladores, que han logrado, en ciertos casos, la condonación de parte de sus deudas hipotecarias, así como soluciones habitacionales, y en el caso de los estudiantes secundarios, la gran victoria fue instalar a la juventud en la palestra de la discusión, murió el mito aquel que señalaba que los jóvenes del siglo XXI no tenían voz ni voto, y nació aquella esperanza de un futuro mejor, mas prospero, porque la juventud esta más viva que nunca.
No olvidemos, que estas victorias no son logros del gobierno, estas victorias son gracias a la unidad, organización y movilización de la gente, este es un logro de ese anhelo de mayor dignidad, justicia y participación que yace en cada uno de nosotros, es nuestro deber hacer aflorar día a día aquel anhelo, porque hoy, más que nunca, otro país, otra Latinoamérica y otro mundo es posible.
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